sábado, 10 de septiembre de 2011

El rey del mundo


Aquel día, el sol explotó en mil pedazos.
Aquella noche, el cielo reventó en un instante, de repente.
Aquella noche, mi corazón murió.
Soy el rey del mundo.
Soy el rey del mundo y me levanto cada día para verlo, para verte. Soy el rey del mundo y aquel día mi mundo también murió, contigo, sin ti.
Soy el rey del mundo y aquella noche mí corazón murió y en mi corazón morías tú también.
Soy el rey del mundo y me acuesto cada día por no verlo, por no verte.
Y cada hora que paso sin verte, mi corazón se muere más y más y se entierra en lo más profundo de mí ser. Y muere cada día más porque soy el rey de un mundo que no tiene corazón.
Soy el rey del mundo y cada vez que muero, conmigo mueres tú.
Y con nosotros muere el mundo, porque soy el rey de un mundo que no puedes ver.
Soy el rey del mundo y mi mundo eres tú. Tú eres mi reino, tú eres mi reina. Eres el sol alrededor del que yo giro. Eres las noches de mis días, yo, los días de tus noches.
Y cada mañana vuelvo a nacer y te busco todo el día hasta el anochecer en que todo se acaba un día más, una vez más.
 Y conmigo mueres tu y contigo muero yo, porque yo soy tu y tu eres yo y aunque te deseo no te puedo tener, porque estás dentro de mi como yo estoy dentro de ti, porque los dos somos uno solo y uno solo sólo somos los dos a la vez.
Paso la vida detrás de ti, por eso no ves. Todo el día a tus espaldas, todo el día tras tus faldas. Separados por la distancia. Estás ahí al lado pero tan lejos de mi, ya ves, tu tan lejos y yo tan cerca que casi te puedo tocar.
Soy el rey del mundo y vivo en las estrellas, enjaulado en el deseo de verte, de tenerte, de tocarte.....
Soy el rey del mundo, pero solo yo lo sé, ni siquiera tú te enteras cada vez que me ves.

No hay comentarios:

Publicar un comentario