sábado, 28 de mayo de 2011

Gasolina y fuego



Rage Against The Machine suenan en la radio. El sonido distorsionado llena la habitación, rebotando en las paredes, chirriando en sus oídos. El sol a punto de esconderse, a lo lejos, en el horizonte. Hoy parece más frío que nunca, minúsculo, apagado. Las persianas bajas, levemente filtran los rayos de luz, dejando al descubierto flotantes formaciones polvorientas y apenas consigue iluminar la habitación de un sucio motel.
Vivir es un despropósito y su único propósito es vivir. Con una lata de gasolina por compañera, iba dejando pudrir el tiempo hasta el final, mientras la rabia sigue golpeando, con cada acorde, nota por nota, golpe a golpe.
Yo soy tu y tu eres mi sombra y mi sombra es ese amargo suicida que camina malherido por la oscuridad de un inmenso vacío, mientras Tom araña el ambiente y De La Rocha proclama consignas subversivas a ritmo infernal.
Corazones rotos sangran en las esquinas. Lloran almas en pena por su vida perdida, en sucios callejones, en callejones oscuros. Pero algo falta. ¿Sentimiento?, tal vez. Y puede ser esa la chispa que prenda en la hoguera, hoguera en la que la vida se disfraza en desvanecidas ascuas incandescentes. Entonces comprenderás que solo la mitad de lo que ves, es.
Inmerso en ti, en tu tiempo, en tu mundo, quizás puedas descubrirlo quizás intentes ocultarlo, pero no podrás permanecer impasible, porque probablemente de ello dependa tu vida, probablemente de ello dependa la llama que ha de prender en el fino hilo del que pende tu existencia, toda tu existencia. Personal e intransferible. Mientras la lata comienza a derramarse, pero ¿quien vacía a quien? ¿Cual de los dos logrará experimentar primero la vacía sensación de lo sin vida? Quizá suya sea la desgracia, o tal vez la suerte. Su suerte, su muerte.
Hasta este momento, su vida siempre había girado en sentido contrario al de las agujas del reloj.
Soledad.
Soledad, miedo y ¿fuego?

No hay comentarios:

Publicar un comentario